Lo que iba a ser una mañana más en nuestras ansiadas vacaciones por tierras cántabras, se convirtió en toda una aventura. Aprovechando que estábamos de paso por Castro Urdiales, la tía de Aner, un precioso bebé de 2 meses, se puso en contacto con nosotros para que la ayudáramos a hacer un regalo muy especial para su bautizo. Después de darle un par de vueltas, decidimos quedar con ella para proponerle un book de bebé doble: por una parte una sesión de bebé con Aner y, por otra, una parte de sesión con Josune, la madre del pequeño. Con el material obtenido montamos un bonito álbum que sería regalado a los padres de Aner en el día de su bautizo dos semanas después.
Se suponía que era una sorpresa así que aquel día tuvimos que organizarlo todo para que la mamá no estuviera presente y nos dejara estar con el pequeño a solas, tarea difícil ya que ella se empeñaba en saber que íbamos a hacer. Gracias a la colaboración de la abuela y de su prima conseguimos tener parte de la mañana para hacerle el book de bebé a Aner.
La verdad es que era todo un reto para nosotros ya que, como se suponía que íbamos de vacaciones, dejamos todo el equipo de fotografía de estudio en casa y solo íbamos equipados con una cámara. Por suerte, aunque sin equipo, lo que siempre nos sobra son las ganas así que nos pusimos manos a la obra!
Las fotos se realizaron en casa de la mama de Josune (la abuela de Aner) que por cierto, queremos darle las gracias por su gran colaboración, su trato y por el exquisito tentempié que nos preparó para los momentos de descanso (que decir de las famosas anchoas del Cantábrico...).
Solo llegar a su casa y tras saludar al peque, lo primero que hicimos fue buscar la estancia de la casa que mejor nos fuera para realizar la sesión, tema espacio y luz son muy importantes en este tipo de sesiones. De entre todas elegimos la que fue habitación de Josune, tenía una ventana por la que entraba mucha luz y aunque el espacio era algo justo pensamos que era una buena elección.
Con mantas, cojines y demás cosas que nos iban facilitando nos pusimos a trabajar. Tenemos que decir que Aner y esos ojazos azules nos lo pusieron fácil y en no mucho tiempo tuvimos bastante material. Entre descansos aprovechamos también para hacerle alguna foto con su abuela y con su tía que nos acompañaron y nos ayudaron en todo momento.
En cuanto Aner se durmió llegó el descanso también para nosotros y fue entonces cuando llamamos a Josune para que viniera y hacerle alguna foto con el peque. Para esta parte del book decidimos bajar a la piscina intentando vencer la tentación de pegarnos un chapuzón... El ratito que dedicamos al pequeño y su mamá fue genial, pudimos captar momentos muy tiernos y emotivos entre los dos.
Y como “es de bien nacido el ser agradecido” queremos dar las gracias a la tía de Aner por elegirnos a nosotros para este regalo tan especial, a la prima y abuela de Josune porque sin su colaboración nada de esto hubiera sido posible y como no, a Josune y Aner por compartir con nosotros su amor.
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